La región fronteriza no es considerada inclusiva

Para nadie es novedad que desde hace tiempo se habla de un país inclusivo; sin embargo, en la región Tumbes parece no importarle los derechos de las personas con discapacidad, quienes tienen que hacer maravillas para poder interponer algún reclamo ante alguna institución pública. 

Tal es el caso de la comuna de Corrales, donde el diseño de la institución no cuenta con áreas para la atención de dichas personas, donde se garantice un desplazamiento autónomo y seguro, puesto que las personas en sillas de ruedas no pueden subir escaleras para ser atendidos por la autoridad edil. 

Cabe mencionar, que en todas las instituciones las oficinas del alcalde se ubican en los segundos pisos, siendo imposible su libre desplazamiento, lo mismo sucede en la comuna de Tumbes, donde la alcaldía se encuentra en el tercer piso.

Lo preocupante es que la comuna de Tumbes no cuenta con el certificado de inspección técnica de seguridad en edificaciones, situación que no garantiza las condiciones de seguridad de la infraestructura y pone en riesgo la seguridad de las personas que laboran en ella.

Además, las rampas ubicadas en el interior de la entidad superan la pendiente máxima establecida, haciendo imposible el libre tránsito de las personas en sillas de ruedas, lo que podría ocasionar algún accidente. 

Otra de las observaciones es que muchas de las municipalidades no cuentan con servicios higiénicos adecuados para las personas con discapacidad, lo que afectaría el desarrollo de sus actividades e igualdad de condiciones. 

Incluye que no cuentan con un espacio reservado para silla de ruedas en la zona de espera, en las diferentes oficinas, lo que podría generar multas tras negar la accesibilidad a estas personas.

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