La desidia y la inacción de la gestión municipal han convertido a Tumbes en un basural a cielo abierto. Las calles del centro poblado de Pampa Grande amanecieron repletas de basura, reflejando el caos y abandono en el que se encuentra la ciudad bajo la administración del alcalde Hildebrando Antón, quien en su tercer año de gobierno sigue sin ofrecer una solución efectiva a esta crisis sanitaria.

Los vecinos denuncian que la acumulación de desperdicios no solo genera un olor nauseabundo, sino que también expone a la población a enfermedades e incrementa la presencia de ratas e insectos. “Tumbes está peor que nunca, la basura se acumula por días y nadie hace nada. Parece que al alcalde no le importa que vivamos en medio de la inmundicia”, expresó un indignado poblador.

La situación es crítica y Pampa Grande se ha convertido en uno de los principales focos de insalubridad. La falta de un sistema eficiente de recolección de residuos deja en evidencia la incapacidad del gobierno local para atender una de las necesidades más básicas de la población. 

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