El equipo técnico de la Autoridad para la Reconstrucción con Cambios (ARCC) llevó a cabo una minuciosa inspección a las instituciones educativas N° 094 Soterito López Espinoza y Tarcilla de Jesús Granda en la región de Tumbes. Estos establecimientos, entregados a fines del año pasado, han sido objeto de especial atención debido a su importancia para la comunidad educativa local y su papel clave en el proceso de reconstrucción tras los estragos del fenómeno de El Niño Costero en 2017.

Durante la visita, los funcionarios de la ARCC recorrieron cada una de las instalaciones de estos colegios y pudieron constatar personalmente el buen funcionamiento de los sistemas de drenaje, un aspecto fundamental que ha permitido que más de 1,400 estudiantes continúen recibiendo clases sin interrupciones, a pesar de las recientes lluvias desencadenadas por el ciclón Yaku en marzo pasado. La capacidad de estas infraestructuras para resistir las inclemencias del clima y mantener un entorno educativo seguro y adecuado ha sido un factor determinante en el éxito de estas instituciones.

El colegio Tarcilla de Jesús Granda, en particular, ha experimentado un crecimiento significativo en su matrícula gracias a las condiciones óptimas que ofrece desde su reconstrucción. Kelinda Olaya, directora de la institución, expresó su satisfacción por la calidad de las instalaciones y el impacto positivo que esto ha tenido en los estudiantes y sus familias. «Los 440 estudiantes de primaria han podido asistir a clases sin inconvenientes y en aulas en excelentes condiciones. Los padres están muy contentos con el progreso que hemos logrado. Además, este año hemos visto un incremento en la población estudiantil, lo cual refleja la confianza que la comunidad tiene en la educación que ofrecemos».

El caso del colegio Tarcilla de Jesús Granda es especialmente destacado, ya que sufrió graves daños durante el fenómeno de El Niño Costero y requería una reconstrucción completa. Gracias a la intervención de la ARCC, se construyeron ocho aulas, servicios higiénicos, áreas administrativas, un patio techado, un cerco perimétrico, sistemas de drenaje, se dotó de mobiliario y se equipó con todo lo necesario para garantizar un ambiente educativo óptimo. Estas acciones han permitido mejorar la calidad de la educación y asegurar un entorno propicio para el aprendizaje de los estudiantes.

Por otro lado, durante la inspección también se evaluó la infraestructura de la institución educativa Soterito López Espinoza. Los resultados fueron igualmente satisfactorios, ya que este colegio demostró una gran capacidad de resistencia frente a las fuertes precipitaciones, permitiendo que las clases pudieran continuar sin mayores dificultades. Raúl Rueda, subdirector regional de la ARCC de Tumbes, destacó la importancia de contar con infraestructuras sólidas y adecuadas para garantizar la continuidad de la educación en situaciones adversas.

Cabe destacar que la culminación de la reconstrucción de ambos colegios en Tumbes fue posible gracias a la modalidad de contratos NEC en el marco del acuerdo de Gobierno a Gobierno con el Reino Unido. Este proyecto de reconstrucción contó con una inversión total de S/ 51.6 millones, reflejando así el compromiso y el respaldo de las autoridades nacionales e internacionales en la mejora de la infraestructura educativa en la región de Tumbes.

Estas acciones de reconstrucción no solo representan una respuesta a la necesidad urgente de recuperar las instituciones educativas afectadas por desastres naturales, sino que también contribuyen a fortalecer el sistema educativo en su conjunto. La inversión en infraestructuras adecuadas y seguras proporciona un entorno favorable para el aprendizaje, promoviendo así el desarrollo integral de los estudiantes y sentando las bases para un futuro próspero en la región de Tumbes.

La ARCC señaló que continuará trabajando de cerca con las comunidades educativas y las autoridades locales para asegurar que los avances logrados se mantengan y que se sigan implementando medidas de prevención y respuesta frente a posibles eventos naturales. La educación es un pilar fundamental para el desarrollo sostenible de una sociedad, y la reconstrucción de estas instituciones en Tumbes es un ejemplo concreto de cómo la inversión en infraestructura puede generar un impacto positivo duradero en la vida de los estudiantes y la comunidad en general.

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