Con un solitario gol convertido por Youssef En-Nesyri al finalizar el primer tiempo, Marruecos venció este sábado a Portugal 1-0 y se convirtió en la primera selección africana y árabe en alcanzar la semifinal de una Copa del Mundo.

Con un planteamiento disciplinado y ordenado, los marroquíes lograron desarmar la estrategia ofensiva de Portugal liderada por Bernardo Silva y Bruno Fernandes.

El estelar Cristiano Ronaldo, una de las leyendas del fútbol portugués, comenzó en el banco de suplentes e ingresó en el segundo tiempo.

De esta forma Marruecos mejora una participación histórica al luchar este miércoles por un cupo a la final de la Copa del Mundo de Qatar.

Gran salto

El partido había comenzado una hora antes del pitazo inicial: Fernando Gómez, el técnico portugués, había decidido dejar en el banco a Cristiano Ronaldo.

Todas las cámaras estaban puestas en él, aunque no estuviera jugando.

Marruecos, que había sorprendido al mundo al eliminar a un campeòn del mundo, España, con una estrategia de trincheras, no cambió mucho al iniciar el partido: poco espacio entre los defensas y el mediocampo -casi como un campo minado- para evitar que Bernardo Silva y Bruno Fernandes, los dos conductores portugueses, pudieran conectar con sus delanteros.

Pero Portugal ya había visto la función frente a España y decidió tomar, ademàs de la posesión, la vìa aèrea: pelotazos para que fueran cazados por la revelación del Benfica, Gonzalo Ramos o alguno de los extremos: Joao Félix o el propio Fernandes.

Sin embargo, no iba a ser fácil un cerco como el que había preparado Marruecos liderados por su lateral Achraf Hakimi del PSG y Hakim Ziyech del Chelsea.

Y Marruecos comenzó a tomarse confianza y eso se transformó en gol:

Tras un intercambio de toques en el lado derecho, vino un centro y surcando los aires como si fuera un avión Youssef En-Nesyri, el delantero del Sevilla español, conectó el balón con la cabeza y lo introdujo en la red.

Uno cero y se venìa una gran sorpresa en un Mundial que ha estado lleno de sorpresas.

Así se fueron al descanso.

A los seis minutos del segundo tiempo ingresó Cristiano Ronaldo. Y el ánimo del partido cambió: Portugal comenzó a controlar el tiempo y el espacio y Marruecos aguantaba como podía para hacer historia.

Portugal lo intentó por todos los frentes: centros, paredes, toques de primera, pero nada sirvió. La pelota se negó a entrar en el arco que cuidaba Yassine Bounou.

Marruecos hizo historia, por ellos, por África y por el fútbol.

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