Intento de anular convenio entre escuela de música y CETPRO pone en riesgo la formación y empleabilidad de los artistas regionales

Un nuevo golpe a la ya precaria situación de los músicos locales en Tumbes ha surgido debido a la intervención de funcionarios de educación que buscan anular la resolución que permitía un convenio entre una escuela de música y un Centro de Educación Técnico Productiva (CETPRO). Este convenio tenía como objetivo certificar oficialmente a los músicos, facilitando su inserción laboral formal en el sector público y privado, y su participación en concursos y programas gubernamentales.

La iniciativa fue impulsada por la empresa musical liderada por los reconocidos artistas criollos Coco Barreto y Rosaluz García, quienes, ante la falta de apoyos estructurales del gobierno, buscaron alternativas para mejorar la formación y oportunidades de los músicos tumbesinos. Tras gestiones realizadas ante la Unidad de Gestión Educativa Local (UGEL) de Tumbes, se firmó un convenio con un CETPRO para implementar un programa de estudios adaptado a las necesidades del sector artístico musical.

Jessica Maceda, directora de UGEL Tumbes, dio respaldo inicial a la propuesta mediante una resolución que permitió matricular a 16 estudiantes en el programa formativo. Sin embargo, tras la asunción de Jimy Mendoza Purizaga como nuevo director del CETPRO, se solicitó la revisión de dicho convenio sin ofrecer explicaciones claras, alegando falta de antecedentes para este tipo de programas, según afirmó Joel Barreto García, representante de la empresa musical.

Este revés ha dejado en suspenso la continuidad del proceso de certificación para los alumnos, quienes ya culminaron su formación pero ahora enfrentan la incertidumbre sobre el reconocimiento oficial de sus estudios. Más allá del perjuicio a los estudiantes, esta situación afecta también a docentes de música que ven reducidas sus plazas laborales formales, viéndose obligados a desempeñar actividades fuera de su especialidad y profesión, lo que representa un retroceso para el desarrollo artístico y la profesionalización en la región.

Ante esta problemática, Coco Barreto manifestó que realizaron denuncias ante la fiscalía, sin obtener respuestas concretas, y solicitaron apoyo tanto a consejeros regionales como al gobernador regional, pero sus llamados fueron ignorados, dejando a los músicos sin respaldo efectivo por parte de las autoridades. Denuncian además un clima de desatención y falta de compromiso político hacia el sector artístico en Tumbes.

Este caso expone las barreras burocráticas y la inacción institucional que obstaculizan el progreso cultural en la región, evidenciando un abandono que limita las oportunidades legítimas para que los músicos puedan certificar sus capacidades, acceder a empleos dignos y contribuir con su arte al desarrollo social. La necesidad de contar con certificación oficial es crucial para garantizar mejores condiciones laborales y el reconocimiento que los talentos necesitan para sostener su vocación y vida profesional.

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