El día 14 del presente mes, nuestro equipo de prensa acudió al llamado urgente de una denuncia pública, con voz de protesta por parte de los vecinos en el asentamiento humano 02 De Diciembre, perteneciente al distrito de Aguas Verdes, donde refirieron estar cansados de los problemas que se vienen ocasionando a raíz del funcionamiento de los bares y cantinas, donde los domiciliados en éste lugar, exclaman que sólo están trayendo consigo la perdición de dicho sector, así mismo, hacen mención de dos de los bares más frecuentes por los sinvergüenzas y borrachos; el bar de ‘la Gerald’ y el bar de ‘la Karol’, ubicados en la calle Japón, en intersección con la calle Argentina, del presente lugar.

Los vecinos afectados y declarantes, manifiestan que el funcionamiento de estos establecimientos se siguen dando por la irresponsabilidad de las autoridades locales que no hacen nada más que cobrar su sueldo en la función pública, sin tener en cuenta el desarrollo del pueblo, el orden y la tranquilidad de la misma zona, que se ve envuelta por los actos delictivos que interrumpen la paz de los moradores de esta zona, que con el transcurso del tiempo, no ha mejorado, siendo todo lo contrario, con las cantinas, bares y lugares donde el respeto hacia la autoridad les vale un comino; esto expresaron los vecinos indignados.

En los últimos meses los efectivos policiales y Serenazgo de la jurisdicción, han intervenido dichos lugares, pero el resultado ha sido poco eficiente, ya que después de la clausura de estos bares, han vuelto a funcionar muy habitualmente.

En las últimas semanas se han presenciado robos, hurtos, peleas campales, disparos al aire y amenazas de muerte hacia las personas que denuncien los actos delictivos, según la manifestación de los vecinos; temen por su vida y la de sus familiares, sobre todo los niños que se desplazan por estas zonas y no pueden recrearse, debido a que los sinvergüenzas que salen en estado etílico y completamente ebrios, hacen de las suyas con actos obscenos hacia los infantes, motivo por el cual se generan peleas y discusiones, entre los individuos que recurren a las cantinas y los padres enfurecidos por las escenas y el pésimo ambiente en el cual crecen sus hijos.

Haciendo un llamado a las autoridades superiores, los vecinos reclaman “este lugar se ha vuelto un caos, nuestros hijos ni estudiar en paz pueden porque los sonidos y los problemas, atormentan nuestras vidas diarias”, remarcaron.

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