Cambios de personal clave y falta de supervisión comprometen la calidad de la ejecución

Un reciente informe del Órgano de Control Institucional (OCI) de la Municipalidad Provincial de Contralmirante Villar ha revelado serias irregularidades en la ejecución del proyecto “Mejoramiento del Servicio Educativo de Infraestructura Educativa de la IEI Divino Niño del Sector Nuevo Cancas, Distrito de Canoas de Punta Sal”. El documento detalla cuatro situaciones adversas que podrían comprometer la calidad y el plazo de finalización de la obra, cuyo avance físico es de solo el 50.26% hasta agosto de 2024.

El Informe de Hito de Control N° 065-2024 alerta sobre problemas en la gestión del personal clave, deficiencias en la supervisión técnica y problemas en el manejo del material de construcción, generando un riesgo significativo para la calidad y durabilidad del proyecto. 

Cambio de personal clave sin previa comunicación. Uno de los problemas más graves señalados en el informe es el cambio del residente de obra, Manuel Antonio Cruz Dávila, sin la comunicación formal ni oportuna a la Municipalidad de Canoas de Punta Sal. Según el contrato firmado entre el Consorcio Thiago y la entidad municipal, Cruz Dávila fue inicialmente propuesto como el ingeniero residente, un cargo crucial para la correcta ejecución técnica y administrativa de la obra.

Sin embargo, Cruz Dávila renunció a su cargo por motivos personales y fue reemplazado por el ingeniero Paul Steward Canales Rumiche. Este cambio no fue informado a la entidad como lo exige la normativa, lo que representa una clara violación del contrato. La omisión de este procedimiento podría afectar la ejecución técnica y económica del proyecto, dado que el residente de obra es el responsable de dirigir y supervisar los trabajos en terreno.

El Reglamento de la Ley de Contrataciones del Estado establece que los cambios en el personal clave deben ser notificados y aprobados previamente para garantizar que los nuevos responsables cumplan con los requisitos técnicos. La falta de esta comunicación podría generar penalidades para el contratista y poner en riesgo la calidad de los trabajos.

El nuevo residente de obra no cumple con la experiencia mínima requerida. Otra situación adversa destacada en el informe es que el nuevo residente de obra, Paul Steward Canales Rumiche, no cumple con los requisitos de experiencia establecidos en las bases del proceso de selección. Según el contrato, el ingeniero residente debe contar con al menos 36 meses de experiencia en obras similares, pero Canales Rumiche solo ha acreditado 30 meses y 11 días de experiencia.

Esta insuficiencia en la experiencia del residente de obra podría comprometer el control técnico y la calidad de la construcción. La labor de un residente de obra es fundamental para asegurar que los trabajos se ejecuten conforme a las especificaciones técnicas y normativas vigentes, y la falta de experiencia en obras similares puede derivar en errores que afecten la integridad de la infraestructura.

Además, el Tribunal de Contrataciones del Estado ha establecido que la experiencia del personal clave debe ser debidamente acreditada mediante contratos y conformidades que demuestren fehacientemente la duración y la naturaleza de los servicios prestados. En este caso, el ingeniero residente no ha cumplido con estos requisitos, lo que inobserva las bases del procedimiento de selección.

Ausencia de profesionales del plantel técnico durante las inspecciones. Una tercera irregularidad identificada es la ausencia del plantel técnico del contratista y de la supervisión en las visitas de inspección realizadas por la Comisión de Control. Durante una inspección realizada el 20 de agosto de 2024, se comprobó que solo el ingeniero residente Paul Steward Canales Rumiche se encontraba presente en la obra, mientras que no se halló a los demás miembros del equipo técnico, incluidos los especialistas en estructuras y seguridad laboral.

La ausencia de estos profesionales es preocupante, ya que son responsables de garantizar que la ejecución de la obra se realice conforme a lo exigido contractualmente y de acuerdo con los estándares técnicos. La falta de supervisión en trabajos críticos, como el tarrajeo de muros y la habilitación de acero, incrementa el riesgo de deficiencias técnicas que afecten la vida útil de la infraestructura. Además, la entidad podría estar efectuando pagos por servicios no prestados, lo que generaría un perjuicio económico.

El contrato estipula que el personal clave debe estar presente de manera permanente durante la ejecución de la obra, y su inasistencia está sujeta a penalidades. La omisión de este requisito contractual por parte del contratista compromete el adecuado control de los trabajos y podría derivar en sanciones.

Inadecuado almacenamiento de material en obra. Finalmente, el informe también advierte sobre el inadecuado almacenamiento de los materiales de construcción, lo que podría afectar sus propiedades técnicas y, por ende, la calidad final de la obra. Durante las inspecciones, se constató que ciertos materiales, como el acero y los agregados, no estaban siendo resguardados adecuadamente, exponiéndolos a condiciones ambientales que podrían deteriorarlos.

El almacenamiento inadecuado de estos materiales puede reducir su capacidad técnica y comprometer la resistencia de la estructura, lo que afectaría la vida útil del edificio. La correcta manipula ción y protección de los insumos de construcción es fundamental para asegurar que el proyecto se ejecute bajo los estándares de calidad requeridos.

Estas irregularidades ponen en serio riesgo la ejecución del proyecto educativo en Canoas de Punta Sal. La falta de comunicación sobre el cambio de personal clave, la inadecuada experiencia del nuevo residente de obra, la ausencia de supervisión técnica y el mal manejo de los materiales generan incertidumbre sobre la correcta finalización de la obra y podrían derivar en sanciones económicas y técnicas para el contratista.

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