El estrés por la pandemia provoca que haya falta de coincidencia en el deseo sexual entre los integrantes de una pareja

La disritmia sexual es la falta de coincidencia en la pareja sobre cuándo tienen ganas de ir a la cama para tener relaciones sexuales. También se lo denomina diferencia de timing en la frecuencia o discronaxia sexual.

La doctora Julia Santecchia, psicóloga y sexóloga clínica explica a qué se debe todo esto:

«El deseo sexual se ve afectado en muchas parejas en estos momentos de pandemia. Tenemos que entender que estamos atravesando un momento inédito. Convivimos en espacios reducidos, muchas horas juntos. De repente, nos convertimos en docentes, sumado a que muchos tienen sobre carga laboral. Estamos ansiosos, con miedo, con incertidumbre y con problemas económicos, un verdadero cóctel de emociones. Toda esta situación inédita podría contribuir claramente a que el deseo se vea afectado, pero también podemos pensarlo como un buen momento para encontrar las herramientas para hacer que el deseo se mantenga encendido»

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Son muchas las parejas que acuden a una terapeuta sexual, online por la pandemia, porque en algunos casos uno de los que conforman la relación siempre tiene ganas de hacer el amor y el otro… No tanto.

«Teniendo en cuenta esto, la comunicación en la pareja es elemental ya que es un acuerdo que se debe establecer en cada relación. En las consultas la pregunta que no falta es ¿cuál es el ritmo sexual ideal, hay una cantidad de veces normal? Dejemos en claro que no hay una cantidad de encuentros establecida, todo va a depender de cada pareja, de cada persona. Sin embargo, es importante escuchar y observar si aparecen comentarios directos o indirectos que dejen entrever y uno de los dos (pensando en un vínculo sexual con dos participantes) sienta que es poco o mucho lo que se vive sexualmente en ese vínculo».

La especialista, a su vez, otorga una serie de tips para que puedan sobrellevar la situación de la mejor manera:

✔ Entender qué le pasa al otro integrante de la pareja.

✔ Dialogar, y manifestar que tiene que ver con el ritmo de cada uno, de cómo vive su sexualidad.

✔ Si hay discrepancia en los niveles de deseo, no infiere que la otra persona ya no te desea, pues esa es su manera de «desear».

✔ Ser flexibles: Evitar acercarse con intención sexual, sino con intención afectiva para que la otra persona no haya presión.

✔ Y si no hay deseo, disfruta la conexión que vamos perdiendo. Quién quita que uno de esos días, sea «el momento».

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