Con más expectativas que ilusiones los miles de peruanos que nos conectamos desde cualquier dispositivo electrónico pudimos atestiguar lo que fue el tan esperado debate técnico, que arrancó con probablemente uno de los temas más relevantes de toda la campaña: la reforma del Estado.

Este tema, que lleva una cantidad importante de años en el discurso de todas las fuerzas politicas en contienda, suponía un reto mayor para ambos equipos técnicos, tomando en consideración, sobretodo, que tanto uno como el otro, durante la campaña, han planteado medidas que suponen, necesariamente, una revisión del funcionamiento de las instituciones y cierto nivel de cambios en algunos casos bastante drásticos.

Plantear una nueva Constitución sopone en sí mismo una medida de reforma del Estado bastante ambiciosa, pues es ese documento normativo, el mayor de todos, el principal, la partida de nacimiento de un país, el que define cómo se va a estructurar, no solo los derechos y los deberes de los ciudadanos y ciudadanas.

Por un lado, Patricia Juarez, de Fuerza Popular planteó un Estado digital, con una plataforma digital que haga posible la generación y atención de trámites en línea, como un aparato muchísimo más ágil. Mientras que por el lado, Dina Boluarte, de Perú Libre, planteó la necesidad de tener un país con la posibilidad de producir bienes, servicios de manufactura, artes y espiritualidad, que ya no esté sometido a los intereses de las transnacionales, y que por tal motivo es necesaria una nueva Constitución. Perú Libre planteó un Estado empresario, a lo que Fuerza Popular le respondió con otra pregunta: dónde hay un país con un Estado empresario que haya funcionado.

Los bloques más interesantes, sin duda alguna, fueron los siguientes. La distancia que marcó la experiencia y conocimiento de Carranza con el discurso político de Pari fue más que evidente. Este fue el mejor bloque, quizá, desde el punto de vista de la discusión técnica. Carranza señaló que el plan de gobierno propuesto tiene tres ejes: Tu salud, tu comida y tu trabajo, con proyecciones de intervención al corto plazo con un fuerte impulso fiscal y financiero y otro al mediano plazo. Planteó además duplicar Pensión 65, y una oferta de créditos para los micro empresarios con un periodo de 4 años de gracia y cero por cien de interés. La respuesta de Pari a eso fue solo recordarle a Carranza la contradicción de su defensa a Pensión 65, que años atrás le mereció su rechazo como ex ministro de Alan García.

En materia de salud, sin duda, la experiencia en cancha como médico piurano, ex decano del Colegio Médico de dicha región y ex congresista de la república, le ayudó mucho a Hernando Cevallos, el técnico de Perú Libre, quien con cifras en mano sobre la necesidad de inversión de por lo menos 5 mil millones de soles para la atención primaria a nivel nacional, ubicó al doctor Recoba en una realidad que quizá desconoce. Ambos, sin embargo, coincidieron en una verdad de perogrullo que, esperamos, ninguno de los que gane la presidencia olvide: la prioridad debe ser el proceso de vacunación y la identificación de contagiados con la aplicación de pruebas moleculares.

En los temas de infraestructura y vivienda, sin duda, la claridad estuvo en la experiencia que arrastra «Techito» Bruce como responsable de los programas «techo propio» y «mi vivienda». Sin embargo, en lo personal, me resultó sumamente retadora la propuesta planteada por Alencastre, de cambiar el enfoque y mirada a las regiones. Porque es muy cierto lo que dijo el técnico de Perú Libre: las reformas, la inyección de recursos, los grandes proyectos dirigidos hacia las regiones, todo eso, proviene del centralismo, con una mirada, precisamente, centralista, cuando en realidad podría funcionar mucho mejor si todo naciera en la propia región.

En cuanto al orden interno y la seguridad ciudadana, sin duda, la experiencia de Fernando Rospigliosi hizo posible repasar una serie de propuestas que venimos escuchando desde años atrás, referidas a la necesidad de fortalecer a la policía a través del equipamiento adecuado de las comisarías. La novedad es la propuesta de profesionalizar la labor de investigación policial y la disposición de equipos de investigadores en cada comisaría a nivel nacional. Por otro lado, un Avelino Guillén, bastante enredado en sus planteamientos, volvía al punto de la prevención como la herramienta más eficaz en la lucha contra la delincuencia, y a los argumentos de la corrupción que representa el apellido Fujimori.

El sexto bloque, prometido para la protección del medio ambiente y el desarrollo sostenible, tuvo a dos técnicos que dedicaron la mayor cantidad de su tiempo en reafirmar los mensajes políticos que fueran repasados en los bloques anteriores.

Si algo hay que concluir es, en primer lugar, que lo que la mayoría de peruanos y peruanas necesitábamos era, precisamente, una presentación como esta. Escuchar qué cosas tienen que decirnos las organizaciones políticas y cómo las plantean quienes tienen en este momento el deber de comunicar las propuestas. Cada quien sacará sus conclusiones sobre dónde estuvieron las propuestas concretas, claras y viables, y dónde no hubieron propuestas y por el contrario solo se escuchó «floro» y más rollo político. El debate presidencial será, sin duda, el plato de fondo y el momento definitivo para los indecisos de apostar con su voto.

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