Los últimos seis procesos electorales realizaos desde 2000, para la conformación de nuestro Congreso de la República, evidencian hoy día un problema bastante serio que muy pocos han podido advertir: una creciente falta de legitimidad, consecuencia del ausentismo y del voto blanco y nulo. Para graficar esto, por ejemplo, podemos revisar uno a uno los procesos desarrollados desde entonces. 

En 2000, el ausentismo presentado en las elecciones fue de 18%, pero sumado el ausentismo y el voto en blanco la cifra sumaba a casi 27%. Entonces, la bancada mayoritaria elegida fue la de Perú 2000, con una votación equivalente al 35%. Dicha agrupación, al «ritmo de El Chino», alcanzó 52 curules y Perú Posible 29, de las 120 que existían entonces. En 2001, en aquellas elecciones complicadas, consecuencia de aquella crisis generada por la renuncia del Presidente Alberto Fujimori, el ausentismo se incrementó a 19.54%, cifra que subió a 27.68% si se le sumaba el ausentismo y el voto en blanco. Entonces fue Perú Posible la principal bancada con un 20.67% de los votos, lo que le significó conseguir 45 curules; detrás de ellos estuvo el Apra con 28 parlamentarios. Para las elecciones de 2006 las cifras mejoraron, el nivel de ausentismo bajó a 11%, al que si se le sumaba el ausentismo y el voto blanco alcanzaba el 21.34%. La principal bancada de entonces logró una votación de 15.55%, y fue Unión Por el Perú con 45 congresistas, y detrás el Apra con 36. 

Para las elecciones de 2011 la cosa cambió y volvió a incrementarse el ausentismo, que llegó a 16.28%, pero que sumándole el ausentismo y el voto en blanco alcanzó el 30%. La principal agrupación política obtuvo el 19.43% de los votos, y fue Gana Perú. En 2016 los resultados presentaron un ausentismo del 18%, que sumado al voto en blanco se incrementó a 28.55%. Fuerza Popular fue el partido con un 23.63% de votación congresal. Finalmente, lo ocurrido en 2020 llamó mucho más la atención con un 25.93% de ausentismo, que sumado al voto en blanco alcanzó un 29.28%. La principal fuerza política en el Congreso fue Acción Popular, que logró apenas un 8% de los votos.

Las elecciones de 2021 alcanzaron un ausentismo de 30%, cifra que si se le suma el voto en blanco y nulo supera el 57%. Puede evidenciarse una lamentable tendencia a participar menos en las elecciones congresales y a viciar el voto. Las organizaciones políticas deberían empezar a ocuparse del asunto: mejores candidatos, quizá.

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