Los vecinos de la cuadra 2 de la calle Zarumilla, en el barrio San José, en Tumbes, conviven con los olores pestilentes de las aguas servidas que afloran en la pista. Ellos indican que, desde hace más de un mes, que los representantes del Organismo Técnico para la Administración de los Servicios de Saneamiento (Otass) no limpian el lugar.

El equipo periodístico de Hechicera acudió a la zona y verificó que un buzón de desagüe se encuentra colapsado y este genera que las aguas discurran por la calle con dirección a la comisaría, perjudicando a más de 40 familias.

El aumento de casos de covid-19, la restricción continua del servicio de agua potable y otros problemas sociales que aquejan al sector, los vecinos sufren por los olores nauseabundos que emana el buzón de desagüe. Ellos temen, además, de contraer enfermedades dermatológicas y respiratorias.

Este problema es recurrente en la zona y en varios puntos de la ciudad, donde no se evidencia la presencia de las autoridades, salvo cuando estaban en campaña prometiendo el oro y el moro como mejorar el desarrollo social de Tumbes y convertirla en una ciudad ejemplo; sin embargo, la urbe continúa hundiéndose en la basura y soportando olores fétidos.

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