Desabastecimiento de bienes alimentarios, inadecuada implementación del plan de desinsectación y desratización, utensilios, mobiliario y servicios básicos en mal estado
El Hospital Regional JAMO II-2, enfrenta graves deficiencias en su Servicio de Nutrición y Dietética, según un reciente informe de control concurrente emitido por la Contraloría General de la República del Perú. El documento revela serias situaciones adversas que afectan la adquisición, preparación, conservación y distribución de los alimentos para las dietas hospitalarias destinadas a pacientes y personal asistencial, poniendo en riesgo la salud y seguridad alimentaria en esta institución.
El informe N° 020-2025, generado tras una inspección realizada del 20 al 25 de agosto del 2025, detalla tres situaciones adversas críticas que afectan la continuidad y resultados del servicio de nutrición.
Desabastecimiento de bienes alimentarios. Se constató que el almacén del servicio de Nutrición y Dietética posee un stock muy limitado de víveres, frutas y verduras, suficiente solo hasta el 31 de agosto de 2025. Posteriormente, el abastecimiento total estaría comprometido, arriesgando la preparación de las dietas hospitalarias. Actualmente, la entidad depende de alimentos donados por la Universidad Nacional de Tumbes bajo un convenio interinstitucional, y la única carne que se utiliza para los menús es pollo, dado que no se cuenta con otros insumos cárnicos.
Además, el procedimiento para la adquisición de frutas y verduras está pendiente y en etapa de elaboración de bases para licitación, lo cual no ha avanzado con la urgencia necesaria. La falta de disponibilidad presupuestal y la lentitud administrativa han agravado el desabastecimiento, que además afecta la calidad y variedad de los alimentos para pacientes y personal.
Esta situación fue evidenciada con fotografías que muestran cámaras frigoríficas con frutas y verduras casi vacías, y un almacén con escasos productos alimenticios. También se advirtió que algunos pedidos registrados corresponden a meses anteriores y no se alinean con los requerimientos vigentes, evidenciando descoordinación en el proceso de compras.
Inadecuada implementación del plan de desinsectación y desratización. La Comisión de Control comprobó la presencia de moscas domésticas dentro de las áreas donde se preparan y distribuyen las dietas hospitalarias, lo que representa un riesgo sanitario grave. Las moscas domésticas, según el Ministerio de Salud, son agentes transmisores de enfermedades al contaminar los alimentos con bacterias, virus, parásitos y químicos nocivos.
Este problema se relaciona con la acumulación de basura hospitalaria biocontaminada en el almacén de residuos sólidos ubicado cerca del servicio de Nutrición, generando un foco infeccioso y vectores que afectan la inocuidad alimentaria. Aunque el último servicio de fumigación y desratización data del 11 de julio del 2025, la falta de presupuesto ha limitado la realización adecuada y continua de estas labores. En ocasiones, el área usuaria debe aportar insumos para fumigación.
El Plan de Desinsectación y Desratización, aprobado en julio del 2025, no cuenta con presupuesto asignado para su ejecución, por lo que es considerado ineficaz al no poder implementarse completamente. Esto deja expuesta la salud de los pacientes y trabajadores frente a vectores y plagas.
Utensilios, mobiliario y servicios básicos en mal estado. Se detectaron utensilios de cocina y mobiliario deteriorado que han cumplido su vida útil sin ser reemplazados, lo que pone en riesgo la higiene y genera contaminación cruzada en las dietas a pacientes y personal.
Entre los elementos afectados figuran carros para distribución de alimentos que están dañados y sin tapas, lo que expone los alimentos a gérmenes, virus y moscas en el recorrido hacia las áreas hospitalarias. Uno de los carritos lleva más de un año fuera de servicio, y otros solo se utilizan parcialmente por su estado inadecuado.
Además, se verificó que los lavadores presentan fugas de agua, dificultando la correcta limpieza. Estas condiciones, además de afectar la inocuidad alimentaria, generan ambientes de trabajo inseguros y riesgos para la salud del personal. Diversos requerimientos para comprar utensilios y electrodomésticos han sido enviados desde julio y agosto, pero no han recibido respuesta ni solución.