Desorganización en la subgerencia de Educación, Cultura y Deporte de Tumbes deja a niñas esperando hasta casi las 10 de la noche para iniciar evento cultural
La Municipalidad Provincial de Tumbes fue protagonista de una vergonzosa muestra de descoordinación que perjudicó a un grupo de niñas de apenas 5 años, quienes tuvieron que esperar varias horas para poder iniciar su presentación cultural programada para la noche del sábado 23 de agosto en la plaza principal de la ciudad.
La irresponsabilidad recae directamente en la subgerencia de Educación, Cultura y Deporte, dirigida por Junior Linares, quien organizó simultáneamente dos eventos en la misma plaza y horario. Esta pésima planificación generó un cruce de actividades que retrasó indefinidamente la actuación de las pequeñas bailarinas del Petit School Ballet en el denominado Teatro Móvil Juan Maximiliano García Peña.
El otro evento era realizado por un grupo evangélico, cuando los miembros del Petit School Ballet se quejaron, la subgerencia municipal les indicó que el evento evangélico era un evento cultural, dejando sin prioridad el teatro de ballet coordinado previamente pese a que la ordenanza municipal así lo indica. En el comentario en redes sociales mostraron su indignación y decepción.
Las niñas fueron citadas para las 7 de la noche, sin embargo, no comenzaron a actuar hasta casi las 10 p.m., mientras los familiares y asistentes manifestaban su incomodidad y frustración por la falta de respeto hacia los artistas infantiles y sus esfuerzos.
La situación se agravó aún más cuando el alcalde Hildebrando Antón Navarro habría llegado recién a las 9:40 p.m., cuando el malestar ya era evidente entre los familiares, demostrando una falta de compromiso institucional con la niñez y la cultura local.
La escuela Petit School Ballet denunció públicamente este atropello y lamentó el desdén de la subgerencia que no solo relegó a segundo plano a niñas pequeñas, sino que además desmereció su trabajo y dedicación en favor de la cultura y el arte.
Este incidente cobró repercusión nacional, ya que entre los invitados a actuar estaban reconocidos bailarines de la Escuela de Ballet de Lima y de la Escuela de baile «Visión de la Danza» de Trujillo, quienes también presenciaron el caos organizativo.
Lo más preocupante es que, hasta la fecha, ningún regidor ha tomado cartas en el asunto para fiscalizar el trabajo del subgerente Linares, quien fue traído desde Lima, pero hasta ahora parece estar lejos de cumplir con las expectativas y responsabilidades de su cargo.
Este episodio pone en evidencia la incompetencia y desorganización constante que afecta la gestión municipal en Tumbes, perjudicando especialmente a los sectores más vulnerables como la niñez, que ve frustrados sus sueños y oportunidades por la negligencia de quienes deberían velar por el desarrollo cultural y el bienestar comunitario.