En horas de la mañana del jueves, en seno del salón Javier Pérez de Cuellar, de la Municipalidad Provincial de Tumbes, se llevó a cabo un evento en el que el burgomaestre Jimy Silva Mena, impuso la Medalla Cívica de la ciudad, con la que reconoció al excongresista Manuel Merino de Lama como “hijo ilustre de la localidad”.
Más temprano, el ex parlamentario habría presentado su libro titulado “El Verdadero Golpe”, donde narra su versión de los hechos ocurridos durante el proceso que lo llevó a ocupar por unos días la presidencia de la república, luego de que el Congreso Nacional aplicará la vacancia en contra de Martin Vizcarra.
Durante su discurso, Merino de Lama catalogaría como un hecho repudiable el que un grupo de tumbesinos salieran a marchar en su contra, donde mostraban carteles que decían, “Merino no me representa”.
Mientras tanto, y en esa misma línea, Jimy Silva manifestó que “los tumbesinos debían pedirle disculpas”, al ahora ex presidente Manuel Merino, ya que, según su criterio, al ser de nuestra región debía recibir el apoyo de sus coterráneos.
Además de ello, el burgomaestre mencionó cuáles serían los méritos que él consideraba pertinentes para honrar al tres veces congresista por la región Tumbes como hijo ilustre de la ciudad, donde dijo que; el éxito de su gestión como alcalde se debía en gran parte al apoyo recibido por Manuel Merino, agregando además el viaje en el que lo invitó a los Estados Unidos de Norte América, donde entre otras cosas logró gestionar vitaminas para las mujeres gestantes.
Por otro lado, llamó poderosamente la atención el hecho de que, a la entrada del Salón Municipal hay un aviso donde se resalta la capacidad de aforo del local, donde se puede leer que en el mismo está permitido un máximo de 50 individuos, sin embargo, durante la ceremonia se podía observar que esa cifra era superada, donde además se apreciaba personas sin mascarilla y sin guardar el debido distanciamiento social establecido como medida de bioseguridad para evitar contagios del covid-19.
Luego de todo lo antes expuesto, los tumbesinos se preguntan, más allá de si el señor Merino de Lama reunía los requisitos o no para ser merecedor de tal distinción, ¿era necesario hacer un evento de tal naturaleza para imponer tal condecoración?, o será que detrás de todo este protocolo hay una maquinaria política que está en el proceso de vender la imagen de ciertos personajes, de cara al venidero proceso electoral, el cual se encuentra a la vuelta de la esquina.
