Un informe oficial del Órgano de Control Institucional revela graves falencias en el Servicio de Lavandería y Costura del Hospital Regional JAMO en Tumbes, donde la falta de protocolos, deficiencias en infraestructura y equipos inoperativos ponen en riesgo la higiene hospitalaria y la salud de pacientes y trabajadores.

La auditoría, realizada por Contraloría entre el 7 y el 11 de agosto de 2025, revela una preocupante falta de control, infraestructura y equipamiento adecuado que podría comprometer la higiene hospitalaria y generar un aumento en los riesgos de infecciones para pacientes y trabajadores de la salud pertenecientes al Hospital Regional José Alfredo Mendoza Olavarría (JAMO) de Tumbes.

Falta de protocolos y supervisión

Uno de los hallazgos más alarmantes en el informe del OCI, publicado el 18 de agosto, es la ausencia total de una guía de procedimientos o directivas internas que regulen el trabajo del servicio de lavandería y costura. Esta carencia hace que las actividades se realicen “a la deriva” sin normas claras que aseguren la correcta manipulación del material hospitalario. Ni la Unidad de Gestión de la Calidad ni la Unidad de Epidemiología y Salud Ambiental, dependencias encargadas de velar por la mejora continua y la bioseguridad, han cumplido adecuadamente sus funciones.

Esto implica un alto riesgo no solo para la calidad del servicio, sino también para la salud de miles de personas que diariamente acuden al hospital, ya que sin protocolos supervisados no se garantizan los procesos de desinfección que evitan la proliferación de gérmenes y bacterias.

Fuente: Contraloría

Ausencia de sistema de control para la ropa hospitalaria

El informe señala una deficiencia crítica en la gestión y control de la ropa hospitalaria. Actualmente, la ropa sucia se acumula únicamente en dos tachos plásticos, sin ninguna rotulación ni señalización para ropa biocontaminada, lo que vulnera las normas técnicas vigentes. Además, la ropa limpia y sucia no son separadas de forma adecuada ni se realizan los procesos en ambientes separados para evitar contaminación cruzada, un estándar internacional en la atención hospitalaria.

La falta de controles puede incrementar el riesgo de infecciones intrahospitalarias, un serio problema que afecta la seguridad tanto del personal asistencial como de los pacientes internados y ambulatorios.

Fuente: Contraloría

Equipamiento obsoleto e insuficiente

El servicio de lavandería enfrenta una grave crisis en su equipamiento, lo que repercute directamente en la calidad del lavado y desinfección de uniformes, ropa de cama y otros textiles hospitalarios. Varias máquinas industriales claves, como tres secadoras y una planchadora tipo carrusel, están fuera de servicio debido a la falta de vapor generada por el mal funcionamiento y falta de mantenimiento de la casa caldera. Además, una lavadora ha cumplido su vida útil y ya no se encuentra operativa.

Estas deficiencias obligan al personal a doblar y entregar ropa sin planchar, lo que podría afectar la eliminación de microorganismos. También se reportan manchas causadas por deficiencias en la red de agua, un detalle que evidencia la falta de mantenimiento integral del área.

Fuente: Contraloría

Infraestructura deficiente y riesgos higiénicos

La auditoría del OCI expone que la infraestructura del servicio es precaria y no cumple con las disposiciones técnicas exigidas por la normativa sanitaria. La zona destinada a lavandería y costura es única y no está dividida en áreas específicas para clasificación, lavado, secado y almacenamiento. Esta ausencia de separaciones fomenta la contaminación cruzada, un aspecto fundamental que debe evitarse en entornos hospitalarios.

Además, el reducido espacio disponible se utiliza simultáneamente como comedor improvisado para el personal, lo que representa un riesgo importante para la higiene ambiental. El coordinador del servicio ha señalado la necesidad urgente de contar con espacios adecuados para clasificar ropa contaminada, áreas limpias para la ropa lavada, y una puerta de evacuación ante la alta vulnerabilidad sísmica que sostiene la región de Tumbes.

La crisis en el Servicio de Lavandería y Costura del hospital JAMO pone en evidencia la necesidad urgente de asignar presupuesto para la modernización del equipamiento, la mejora de la infraestructura y la implementación inmediata de protocolos que garanticen la bioseguridad. Asimismo, reclama la responsabilidad de las autoridades sanitarias regionales y nacionales para supervisar y garantizar el cumplimiento de estas medidas, que son fundamentales para proteger la salud de la población y del personal asistencial.

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