Avance de obra abrumadoramente retrasado, servicios vitales sin factibilidad y supervisión contractual ausente
Un informe reciente de la Contraloría General de la República ha sacado a la luz “situaciones adversas” que ponen en riesgo el correcto funcionamiento del nuevo Hospital de Apoyo Saúl Garrido Rosillo II-1, obra emblemática.
Avance de obra abrumadoramente retrasado. Según el Informe de Hito de Control N° 3889-2025-CG/GRTB-SCC, notificado el pasado 7 de abril, el consorcio chino a cargo de la reconstrucción —China Gezhouba Group— apenas alcanza un 24.70% del avance físico requerido a febrero de 2025, muy por debajo del 30.86% programado. Con un contrato de S/ 189 284 105,82 y un plazo inicialmente fijado en 780 días (ampliado luego a 877), las demoras ya superan un cuarto del cronograma y auguran posibles sobrecostos y paralizaciones.
Servicios vitales sin factibilidad. La primera “situación adversa” detectada gira en torno a la falta de factibilidad para servicios básicos.
A pesar de un convenio con la Municipalidad Provincial de Tumbes, el proyecto de reforzamiento de redes en el barrio El Pacífico no figura en el Banco de Proyectos del Ministerio de Economía y Finanzas, dejando en el aire la conexión al sistema municipal.
El expediente técnico para la empresa ENOSA aún no está concluido, impidiendo la realización de pruebas críticas a los equipos médicos y de soporte vital.
Esta deficiencia contraviene las exigencias de la Norma A.050 del Reglamento Nacional de Edificaciones, que obliga a contar con reservas de agua para 72 horas, drenaje conectado y grupos electrógenos para servicios esenciales. Sin estos elementos, el hospital no podría operar de forma segura desde su apertura.
Supervisión contractual ausente. La segunda “situación adversa” se refiere a la inexistencia de personal clave y de apoyo en la supervisión de obra. Durante la inspección del 19 de marzo de 2025, los auditores de la Contraloría advirtieron la ausencia del gerente de contrato, el jefe de supervisión, así como del asistente de control de calidad, secretaria, chofer y otros encargados previstos en el pliego.
“Esta omisión impide un control riguroso de los trabajos y aumenta el riesgo de pagos por servicios no prestados, además de dejar sin aplicar las penalidades correspondientes” señaló el informe. El Reglamento de Contrataciones Públicas Especiales establece una multa de 5 ‰ del monto contratado por día de ausencia de personal clave, pero hasta la fecha no se ha aplicado ninguna sanción.
Deficiencias técnicas y de diseño. A lo anterior se suman al menos seis inconsistencias en el expediente técnico que requieren atención urgente.
Errores en el diseño arquitectónico que podrían dificultar la circulación de pacientes y personal.
Sistema de pararrayos incompleto, sin supresores de sobretensiones.
Software de telefonía IP innecesario, que incrementa los costos.
Especificaciones conflictivas en el cableado del sistema de llamado a enfermera.
Sensor de huellas dactilares sin un uso claro ni medidas antirrobo.
Tratamiento de aguas residuales concebido como doméstico, sin dimensionar tuberías ni accesorios sanitarios.
El contralor regional ha ordenado notificar de inmediato al Gobernador de Tumbes para que adopte medidas preventivas y correctivas, y exige un informe detallado en un plazo máximo de cinco días hábiles. De no corregirse las deficiencias, la Contraloría advierte que iniciará procedimientos de sanción contractual y podrá derivar responsabilidades administrativas o penales.
La reconstrucción del Hospital Saúl Garrido Rosillo II-1 es vital para brindar atención de salud de nivel II-1 a miles de pobladores de Tumbes. Con los hallazgos de la Contraloría sobre la mesa, la atención ahora se centra en la respuesta de las autoridades regionales y en que se garantice la entrega de un hospital seguro.
