En horas de la mañana de ayer, efectivos del serenazgo municipal, junto con obreros de la empresa constructora Boyer, se apersonaron al mercado modelo de Tumbes, con la finalidad de instalar unas rejas de acceso con el objetivo de impedir el pase de comerciantes ambulantes a dicho lugar, todo esto por órdenes de la Municipalidad Provincial de Tumbes.
Sin previo aviso y sin ningún tipo de acuerdos con los comerciantes, los obreros comandados por la municipalidad se dirigieron al lugar para empezar a orientarse sobre el punto exacto en donde se instalarán aquellas rejas, para lo cual minutos después aquellos llegaron a dicho mercado con todos los materiales y maquinaria necesaria realizar su respectivo trabajo para el que se les han contratado.
Lo que no se esperaban era que los mismos comerciantes tanto fijos como ambulantes se opondrían sistemáticamente a dicho proyecto, llegando a formarse un acalorado enfrentamiento verbal entre ellos, los efectivos de serenazgo y la policía municipal que se apersonaron a la zona con el objetivo de que todo se realice de la mejor manera posible y de forma pacífica.
“por qué encerrarnos como ratones y que vaya a poner sus rejas a su casa, ya que les sobran” fueron algunas de las afirmaciones que brindaron los comerciantes indignados por las medidas que está tomando el actual alcalde municipal Jimmy Silva Mena, ya que en aquel momento no se apareció por el lugar tanto el cómo ninguno de sus funcionarios públicos con los que trabaja.
Los comerciantes de la zona afirman que la instalación de aquellas rejas se convertirá en un peligro tanto para ellos como para los cientos de consumidores que a diario se dirigen al lugar para poder abastecer sus hogares, comentan que aquello se volverá un peligro puesto que con anterioridad al recordar el accidente producido con el incendio hace pocos meses que se originó en dicho mercado, afirman que supuestamente la ambulancia se demoró más de dos horas para poder llegar a socorrer a las personas ya que al no encontrar una vía de acceso rápida empezaron a buscar en diversos lados hasta que pudieron ingresar por la avenida Mariscal Castilla, la cual según ellos dicen “mañana, más tarde quién nos garantiza que no pase un accidente y nosotros aquí encerrados”
Por otro lado, muestran su enojo e indignación hacia el actual alcalde y piden que se los deje trabajar en paz de una vez por todas, así mismo afirmaron que “no está tratando con ignorantes y que aprenda a respetar a los comerciantes de una vez por todas”. Otros afirman que aquella obra les perjudicaría sus propios negocios puesto que se está proyectado instalarlas en medio de varios puestos, dañando sus negocios y perjudicando su economía.
Asimismo, los comerciantes han coordinado quedarse toda la noche en sus puestos, con el objetivo de no dejar que se instalen aquellas rejas y si es posible ellos mismos piensan tumbarla y no permitir ser encerrados como ellos mismos dicen, como ratones. Aquellos están dispuestos a dialogar y llegar a un acuerdo en donde se pueda poner estas rejas con el fin de no perjudicar a nadie tanto a su seguridad como a su calidad económica de sus puestos.
Por su parte, afirman que la empresa contratada para dicho proyecto es la empresa de construcción Boyer la cual supuestamente se encuentra inhabilitada y temen que no cuente con garantías de calidad, es así que sin poder contener su enojo dispusieron muchas palabras soeces dirigidas hacia el alcalde y en particular a su gestión en estos años en el cargo.
Al hablar con el subgerente de la policía municipal, este afirma que ningún funcionario se ha apersonado al lugar ya que aquello no estaba programado para realizarse, sin embargo, los hechos sucedidos dicen otra cosa.
Hasta el momento y al final de esta nota, los comerciantes siguen impidiendo la instalación de aquellas rejas y tal parece que no planean dejar que se haga, no hasta que el mismo alcalde de Tumbes se acerque a dicho lugar y de la cara pues desean hablar personalmente con él, si es que efectivamente afirma haber sido un comerciante en tiempos pasados. Asimismo, piden que no se los pisoteen y que se les de el merecido respeto que se les debe dar como parte de la ciudadanía y que no se los trate como delincuentes o como cualquier cosa que simplemente pueden desechar o tirar hacia un costado. Solo queda esperar que se manifieste las respectivas autoridades y esto pueda llegar a un acuerdo pacifico que llegue a beneficiar a ambas partes por igual y no siga perjudicando a dichos comerciantes.
