Algunos de los comerciantes que hacen vida en el mercado 8 de Septiembre, del centro poblado de Andrés Araujo Morán, aseguraron ante nuestro medio ser víctima de presunto hostigamiento por parte de las autoridades municipales de Tumbes, donde cuestionaron duramente el rol de los gobernantes, donde les recuerdan a los funcionarios que, “hay cosas más importantes de las que deben preocuparse”, menciona uno de los integrantes del referido centro de abastos en la localidad.
De acuerdo con lo mencionado por estas personas, quienes aseguran estar sobreviviendo ante la crisis generada por la pandemia de la covid-19, las autoridades están para apoyar a los trabajadores, y no para perjudicarlos, dónde aseguran que debido a la forma de actuar de algunos funcionarios terminan por afectar la labor que realizan en este mercado, y ahuyentar a los clientes quiénes al ver esta situación deciden comprar en otro lugar, al punto de asegurar que se trata de un hostigamiento hacia los humildes padres de familia, quienes además agregan ser los más afectados, ya que de este trabajo depende la estabilidad económica de ellos y sus familias, aseguraron.
Es de mencionar que, esta situación se presenta luego de qué los comerciantes decidieron expresar su incomodidad ante una medida tomada por la gestión del alcalde Jimy Silva, quiénes habrían clausurado algunos puntos de acceso al referido centro de abastos, colocando en las puertas una suerte de tranqueras que restringen el libre tránsito de los clientes por ese lugar, minimizando con ello la posibilidad de que las personas que llegan desde distintos puntos a realizar sus compras, puedan ingresar libremente al mercado.
Por otro lado, mencionan además los comerciantes, miembros del mercado 8 de Septiembre, en el centro poblado de Andrés Araujo Morán, qué en caso exista una emergencia en la que las personas deban evacuar el sitio, no tendrían por donde salir rápidamente, lo que a juicio de estos trabajadores es una medida sin sentido, donde critican la decisión por parte de las autoridades de colocar estas tranqueras, obligando con ello a las personas a utilizar un solo punto de acceso al popular centro de abastos, generando con ello largas e incómodas colas, lo que causa gran malestar entre clientes y vendedores.
