En horas de la tarde del último sábado, un fuerte contingente de la PNP se congrego en el centro de la ciudad de tumbes, con el único y firme propósito de garantizar la seguridad ciudadana, la tarde transcurría y de a poco los manifestantes fueron apareciendo en el lugar pactado,  un nutrido grupo de jóvenes tumbesinos volvieron a marchar por las principales calles en señal de protesta a la actual gestión de Manuel Merino y del Congreso de la República.

Esta vez la policía acordonó las entradas de la plaza de armas para evitar que llegaran como lo hicieron la primera vez, cuando los manifestantes con arengas pedían la salida de Merino de Lama.
Como en el resto del país, la juventud volvió a las calles, con pancartas y consignas que se escuchaban al unísono, la jornada se llevó con orden y distanciamiento, como una especie de lección más para las autoridades y una muestra de las aspiraciones de los jóvenes que hoy alzan su voz por un futuro mejor.

Hay que mencionar que durante el recorrido, los uniformados acompañaron a los manifestantes para poder detectar cualquier foco malintencionado que pudiera infiltrarse en la pacifica marcha, no hubo detenidos ni ningún tipo de alteración que atentara contra la tranquilidad y el orden en la ciudad.

La controversia continua, mientras la desidia carcome el espíritu de los peruanos que hoy en medio de la peor crisis vista en los últimos años, tiene que lidiar con los efectos el Covid – 19 ante una inminente segunda ola del virus y el desacuerdo de los políticos del país, pero con la esperanza puesta final feliz para esta historia.

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