Un grupo de amigos y vecinos del joven Keneths Atoche Zapata llegaron hasta los exteriores de la sede del Ministerio Público en Tumbes para protestar por la tremenda demora en la investigación de este conocido caso de violencia suscitado hace más de un año.

Como recordaremos, el estudiante de nutrición de la Universidad de Tumbes terminó tendido en una pista de baile, luego que le lanzaran una mesa y propinaran golpes en la cabeza, incluso mientras permanecía inconsciente. El hecho se produjo el sábado 11 de enero del 2020 en horas de la madrugada en la llamada fiesta “Oasis” que se realizaba en el Fundo “El Brujo”.

Según manifestaron algunos testigos, Keneths Atoche Zapata y su grupo de acompañantes se encontraban en la fiesta cuando de repente habrían sido sorprendidos por Salvatore Vélez Pozada, Adán Dolmos Palacios y Javier Steeven; quienes presuntamente arrojaron una mesa sobre Atoche, iniciando así una pelea.

A partir de ese terrible momento, Atoche Zapata no volvió a ser él mismo y actualmente no puede valerse por sí solo, encontrándose incapacitado bajo los cuidados de su familia en la ciudad de Piura. Luego de cumplirse más de un año de lo que pudo terminar en homicidio, la fiscalía recién citó a los involucrados para que den sus manifestaciones.

La lentitud del fiscal Osman E. Alipio Quispe ha generado que se desconfíe de este proceso de investigación y se comience a suponer que existiría una presunta influencia para dejar impune este brutal ataque.

Salvatore Vélez Pozada, Adán Dolmos Palacios y Javier Steeven Mijahuanca Benavides, pasaron muy tranquilos las fiestas de fin de año junto a sus familias, mientras que Keneths Atoche Zapata está postrado en una cama sin saber si algún momento podría volver a ser el de antes.

Hechicera se trasladó al barrio José Olaya, donde sus vecinos realizaron también un plantón y exigieron cárcel para los que resulten culpables del atentado contra Keneths.

Esperemos que en la brevedad posible se otorgue una sanción a los que le desgraciaron la vida a este joven universitario, su familia va gastando más de un cuarto de millón de soles para su recuperación y aún siguen con la angustia de que todo podría quedar impune.

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