La salud en Tumbes está pasando por una grave situación, la cual se ha intensificado después de dos años de pandemia de la Covid-19. La falta de especialistas es el tema más álgido que atraviesa el nosocomio.
Después de que todo el personal y equipos se trasladará del Hospital construido en Ciudadela Noe a la Infraestructura antigua del nosocomio, los problemas se han ido incrementando, pues las paredes han presentado grietas que cada día hace suponer que va a colapsar.
Las camillas y equipos malogrados de algunas unidades se encuentran arrinconadas en los pasadizos del hospital, esperando a ser reparadas o simplemente darles de baja, sin importar el valor que tiene para cada paciente que llega para ser atendido.
Las ambulancias yacen alejadas de la vista de la ciudadanía, obsoletas y sin darles el debido mantenimiento por parte de la Dirección Regional de Salud. En el área COVID los familiares de los pacientes reportan cortes de energía eléctrica lo que hace peligrar la vida de sus seres queridos.
A esto se le suma el hacinamiento de pacientes y la falta de especialistas para su atención, es por ello, que derivar al enfermo es una salida rápida, sin embargo, los hospitales especializados de otras regiones también tienen problemas de camas, por lo que en ocasiones demoran meses para encontrar un hospital donde se pueda atender.
La atención al paciente y a sus familiares también es una falla en los profesionales de la salud, donde los usuarios se quejan por los maltratos recibidos, y la inacción del personal.
Cabe mencionar que este problema, se hubiera resuelto si el Hospital ubicado en Ciudadela Noe, se hubiera construido en beneficio de la población. Precisamente para atender la demanda en zona de frontera que cada día se incrementa.
Ahora, una propuesta de un nuevo Hospital es la esperanza de la ciudadanía que solo pide una atención de calidad, los profesionales idóneos para su atención y los equipos para no recurrir a particulares a realizarse los análisis.
Sin embargo, en la población aún existe el temor de que sea otro elefante blanco como el que quedó totalmente abandonado en Andrés Araujo Morán, donde se prometió darle calidad de vida a los pacientes, sin embargo, cada día las personas sufren por las enfermedades que los aqueja.
