Montoya Lupu Jorge Armando, un humilde vendedor de ceviche, quien se salvó de milagro de lo que pudo ser una muerte segura, salió como todos los días a trabajar para llevar el sustento a su hogar, donde su esposa y cuatro hijos lo esperaban sin imaginar que de un momento a otro la historia, tomaría un giro de 180 grados.
Rivera Moran Willians Jhompieer, un sub oficial de tercera de la Policía Nacional Del Perú, quien, según las primeras hipótesis, habría estado manipulando su arma de reglamento, colocándola en el rostro de Montoya Lupu, momento en el que se escapo un disparo, desfigurando el rostro del humilde trabajador, sumándose al número de uniformados que día a día con sus malas acciones, dañan la imagen de esta institución.
El hecho se registro el pasado día viernes, en horas de la tarde, cuando Jorge Armando se encontraba como todos los días, vendiendo su ceviche para llevar un pan a su mesa, fue entonces cuando este mal policía saco su arma de reglamento y comenzó a manipularla, propiciando a que, de manera accidental se escapara un disparo que le desfigurara el rostro.
En la puerta de emergencia del hospital Jamo, de Tumbes, los familiares de Jorge Armando, dijeron que lo que piden es que se haga justicia, y que este policía se haga responsable de su mala acción.
“lo que pedimos es que se haga justicia, no puede ser que los policías estén baleando personas, y que este policía lo juzguen sea quien sea, porque de aquí mas personas van a pasar por la misma situación y ahí queda, nadie hace nada”, dijo la esposa del baleado.
Jorge Armando Montoya, al estar imposibilitado de hablar, escribió una carta donde detalla el hecho, “Yo trabajo en el Ecuador, pero ahorita no estoy pasando al Ecuador, estoy vendiendo del lado peruano, ya había terminado mi venta de hoy, el policía se puso a jugar conmigo, saco su arma, y le decía que cuidado se le valla a salir una bala, y no me hizo caso, seguía apuntándome, hasta que me disparo, y me decía que no dijera nada, que había sido una bala perdida, eso me dijo que dijera, que no lo fuera a culpar”, es lo que se logra leer en la nota del baleado.
