ANTECEDENTES. En este tiempo de pandemia por COVID 19,  las diferentes situaciones a las que nos enfrentamos día a día, el temor al contagio y muerte de nosotros mismos o nuestros seres queridos y el cambio en nuestras rutinas de vida, generan miedo, tristeza y estrés. Nuestros niños, niñas y adolescentes no son la excepción, ellos también enfrentan preocupación, incertidumbre en este contexto y la vivencia de esta crisis radicará principalmente en cómo responden los padres y cuidadores frente al estrés. Ellos pueden manifestar algunos cambios conductuales, alteraciones en el sueño y apetito, conductas agresivas, molestias somáticas, dificultades en la atención, regresiones en el desarrollo; entre ellas perder el control de esfínteres u orinarse en la cama, miedo a quedarse solos, pesadillas, dificultades en el habla, aumento de berrinches, en ocasiones se pueden sentir confundidos frente a las situaciones que enfrenta cada familia. 

Es muy importante que los padres y cuidadores puedan ayudarles a gestionar sus emociones, respetar la individualidad y necesidades específicas de cada niño, niña o adolescente y mostrarse flexible y tolerante, tener mucha paciencia y brindar mucho afecto.

RECOMENDACIONES

Brindarles la información adecuada sobre la situación actual y preguntarles regularmente sobre lo visto en televisión e internet y aclararles sus dudas, considerando su edad y nivel de desarrollo a través de cuentos, historietas, dibujos, títeres.

Inclúyalos en las actividades y tareas del hogar, por ejemplo cocinar u ordenar, según su edad, es importante animarlos y felicitar sus logros.

Mantenga una rutina en casa, que permita establecer una estructura y predictibilidad de las actividades para que se puedan sentir más seguros. Y mantener horarios adecuados para el sueño, alimentación y actividades educativas y juego. Así como el uso de aparatos electrónicos (celular, computadora, tablet), según horarios establecidos, asegurándonos de que esta actividad no sea la única que realice durante el día o la principal.

Ayúdelos a participar en actividades recreativas en familia, propóngale realizar actividades nuevas y recreativas. Dedique un tiempo exclusivo para cada hijo libre de dispositivos electrónicos.

Debemos tener en cuenta que los niños, niñas y adolescentes tienen mucha más probabilidad de hacer lo que les pedimos si les damos instrucciones positivas y elogiamos las tareas cumplidas.

Utilizar el juego para lograr el aprendizaje y la expresión de sus sentimientos, ideas y vivencias. Permítanles hacer preguntas, valide sus sentimientos y reconozca que es natural sentir miedo, ira o tristeza; anímelos a expresarlos.

ALERTA. Si identifica la presencia de signos de alarma como ideación suicida, tristeza profunda, depresión, u otros, que no permiten que continúen con sus actividades cotidianas e interfiere con su vida es pertinente buscar ayuda con un profesional de salud mental.

Dra. Katty B. Gallardo Barreto
Médico Psiquiatra

Exit mobile version