Debido a los estragos producidos por la intensa sequía que atraviesa la jurisdicción de la provincia de Contralmirante Villar, los ganaderos de la zona exigen a las autoridades trabajar en la declaratoria de emergencia para que de esta manera puedan ser atendidos de manera más rápida.
En ese sentido, es preciso mencionar que aproximadamente unas 60 mil cabezas de ganado, entre vacuno y caprino, se encuentran en riesgo ante la sequía que atraviesa la provincia de Contralmirante Villar, razón por la que los ganaderos solicitan la declaratoria de emergencia para que sean atendidos prontamente.
De acuerdo al testimonio de algunos ganaderos que se ven afectados por el terrible problema que amenaza con dejarlos sin recursos para poder continuar en esta importante labor agrícola, quienes mencionan que hacen todo lo posible para poder salvar parte de su rebaño, pero lamentablemente gran parte de este muere debido a que las madres lactantes no consumen alimento ni agua por lo que no producen la leche suficiente para mantener los terneros con vida.
Así de dramática es la situación que viven los trabajadores del campo que se dedican a la cría de ganado vacuno y caprino en la jurisdicción de la provincia de Contralmirante Villar, donde a pesar que hace ya bastante tiempo vienen insistiendo a las autoridades para que tomen está medida, hasta ahora no hay una respuesta oportuna al respecto.
Es por ello que los ganaderos solicitan que sean declarados en situación de emergencia para que las autoridades distritales, provinciales y regionales puedan destinar recursos para la compra de alimento, pues ante la falta del recurso hídrico, no hay pastos.
A ello se suma que los pozos anillados están arenados y estos deben tener el mantenimiento respectivo para que las aguas del subsuelo puedan ser captadas y utilizadas en favor de este sector, lo cual pone en evidencia la incapacidad de las autoridades locales y regionales las cuales hasta ahora no han tenido el criterio apropiado para poder reaccionar ante esta terrible problemática que afecta a los productores del campo y miles de familias que dependen de esta actividad agrícola.
