El camal municipal del distrito de  Corrales, es el único centro donde los ganaderos formales pueden sacrificar a sus animales, pero este no cuenta con la autorización del Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa) desde mediados del año 2018. 

Sin embargo, las  deficientes condiciones de salubridad en el sacrificio de los animales destinados al consumo humano, hoy se suma su traslado hacia los diferentes  mercados de la región, en plena pandemia por el nuevo coronavirus.

La tarde del martes, nuestro medio fue testigo como una motofurgón de color azul,  de placa de rodaje 0932-5P, en la tolva,  y a  la intemperie  trasladaba la carne que iba ser comercializada en el mercado modelo de Tumbes, en condiciones de insalubridad en tiempos de pandemia.

Como se sabe,  que el camal de Corrales es de categoría 2, ya que aquí se realizan sacrificios de reses que transportan de otras partes del país, y en su mayoría vienen de la región Lambayeque.

Es por ello que, de acuerdo al artículo 25° de la reglamentación del Senasa, el camal debe contar con el servicio médico veterinario para que inspeccione las actividades sanitarias.

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