Los puestos de vigilancia han sido construidos para cumplir adecuadamente con las funciones de vigilancia de los hitos de frontera, salvaguardar la soberanía nacional, controlar el paso de personas y mercadería, así como también servir de nexo con la comisaría más cercana a los requerimientos de la población. Sin embargo, en la región de Tumbes, los puestos policiales de Huásimo, Teniente Astete y Capitán Hoyle lucen totalmente abandonados a suerte por el mismo Estado, en el distrito de San Jacinto.

Estos puestos policiales que lucen con una infraestructura deteriorada y solo cuenta con un efectivo policial, se ubican a más de tres horas de la ciudad de Tumbes, y se llega por una trocha carrozable de 36 kilómetros en mal estado, por el distrito de Casitas en la provincia de Contralmirante Villar.

La función de estos puestos policiales es garantizar la intangibilidad del territorio nacional, verificación de los hitos fronterizos y detección de patrullas extranjeras en territorio nacional en donde debe flamear nuestra bandera nacional.

Los pobladores de estos centros poblados de zona de frontera piden la intervención de las autoridades de turno con el fin de mejorar la infraestructura de estos puestos policiales.

Dato: El Puesto de Vigilancia de Capitán Hoyle que limita con la parroquia Cazaderos en la provincia Loja – Ecuador,  más parece una casa abandonada que una sede policial.

Exit mobile version