En horas de la noche del pasado lunes, un incidente que pudo haber tenido graves consecuencias alarmó a los residentes de la calle Mayor Novoa, cerca de la intersección con la avenida Mariscal Castilla. Un transformador eléctrico comenzó a incendiarse, poniendo en riesgo no solo el suministro de energía eléctrica, sino también la seguridad de los vecinos y sus propiedades.

El fuego se propagó rápidamente y alcanzó un poste de alumbrado público, así como los cables cercanos, generando una situación de peligro inminente. Los residentes, preocupados por la inestabilidad del suministro eléctrico y el temor de que el incendio se propagara aún más, tomaron medidas inmediatas y alertaron a las autoridades pertinentes.

Sin embargo, la respuesta de las empresas de servicios públicos fue cuestionable. A pesar de los llamados de emergencia, los técnicos de ENOSA brillaron por su ausencia en el lugar, lo que dejó a los vecinos en un estado de incertidumbre y preocupación. Fueron los agentes policiales quienes acudieron oportunamente al sitio para controlar la situación y garantizar la seguridad de los residentes.

El temor de los vecinos era doble: por un lado, la posibilidad de que la inestabilidad en el suministro eléctrico causara daños a sus electrodomésticos y, por otro lado, el riesgo de que el incendio se propagara y causara daños aún mayores.

Horas después del inicio del incidente, finalmente se logró controlar el incendio en el transformador eléctrico y se restauró la normalidad en la zona. Afortunadamente no se reportaron heridos ni daños significativos en las viviendas circundantes. Sin embargo, el susto que vivieron los vecinos ante la falta de respuesta inmediata de la empresa de servicios eléctricos y la incertidumbre que se generó en torno a la situación dejaron una huella de preocupación en la comunidad.

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