DEFICIENCIAS PONEN EN PELIGRO LA SALUD PÚBLICA

El Centro de Salud Corrales, ha sido señalado por la Contraloría General de la República tras revelar, mediante el Informe de Hito de Control N.º 029-2024-OCI/0827-SCC, escandalosas falencias en el almacenamiento y manejo de productos farmacéuticos, dispositivos médicos y productos sanitarios. Estas irregularidades representan una grave amenaza para la salud de miles de pacientes que dependen de este establecimiento.

CONDICIONES DEPLORABLES. El informe no escatima en detalles al describir el estado lamentable e inaceptable de la farmacia del Centro de Salud Corrales. 

Los medicamentos y dispositivos que deberían ser separados por estar en mal estado o fuera de uso se encuentran almacenados junto a productos aptos para los pacientes. Esta negligencia abre las puertas a confusiones fatales que podrían llevar a entregar medicamentos contaminados o defectuosos a los usuarios, poniendo en peligro directo su salud.

Se observó que los medicamentos están colocados en estantes demasiado cercanos al techo, exponiéndolos al contacto con insectos y plagas, lo que compromete su conservación y calidad. En un entorno donde la limpieza y la seguridad deberían ser prioritarias, esta situación representa una flagrante falta de cuidado y responsabilidad.

El único extintor disponible está escondido entre anaqueles y bidones de agua, violando las normativas técnicas de seguridad. En caso de emergencia, su ubicación podría impedir una respuesta rápida, poniendo en peligro no solo a los productos almacenados sino también a los trabajadores y pacientes.

A las deficiencias estructurales y de equipamiento se suma una ausencia alarmante de personal calificado. Según el informe, la farmacia del centro de salud, categorizado como I-4, carece de un Químico Farmacéutico, profesional indispensable según las normas nacionales para garantizar el cumplimiento de las Buenas Prácticas de Almacenamiento y la correcta atención a los pacientes.

En su lugar, la farmacia opera bajo la supervisión de personal técnico, lo que incrementa el riesgo de errores en la dispensación de medicamentos, afectando la calidad y continuidad de los tratamientos médicos. Este absoluto desinterés por cumplir con la normativa vigente pone en duda el compromiso de las autoridades con la salud pública.

El informe de la Contraloría no solo expone las irregularidades actuales, sino que también advierte sobre la reiterada falta de atención en la gestión de este y otros establecimientos de salud en Tumbes. Las situaciones descritas no son hechos aislados, sino parte de un patrón preocupante de desidia administrativa que perpetúa deficiencias en la infraestructura, el equipamiento y el personal.

La Contraloría ha recomendado acciones inmediatas a la Dirección Regional de Salud Tumbes, para que solucione las deficiencias detectadas. Sin embargo, la inacción recurrente de las autoridades genera serias dudas sobre si estas recomendaciones serán cumplidas.

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