«Cómo si estuvieran presos en sus propias viviendas», así calificaron la manera en que tienen que vivir los vecinos del asentamiento humano Alan García, en el barrio San José de Tumbes, específicamente en la calle las Margaritas, dónde hace aproximadamente un mes un buzón de aguas residuales colapsa desbordando  pestilencia  en los alrededores de las casas de las personas residentes en este sector, quiénes mencionaron qué OTASS prometió solucionar el problema a principios de este año, pero hasta ahora no se acercan al lugar.

Los habitantes del asentamiento humano Alan García se comunicaron con nuestra sala de redacción a través de una llamada telefónica en la que le daban indicaciones de que en este lugar existe este enorme foco de contaminación, el cual afecta la salud de los vecinos, quiénes  deben mantener las puertas y ventanas de sus casas completamente cerradas, esto debido a que los olores nauseabundos invaden el interior de sus viviendas generando con ello un ambiente desagradable el cual les impide descansar, e incluso, consumir los sagrados alimentos.

«En la mañana no es tan pronunciado el olor, digamos que por ahí se puede soportar un poco, pero cuando el sol calienta, enseguida la pestilencia ocupa nuestras casas y nos hace cerrar puertas y ventanas porque de verdad qué no sé soporta, tenemos que estar presos en nuestras propias casas porque no nos atrevemos ni siquiera salir al frente, ya que es un panorama deprimente como usted mismo puede ver», asegura uno de los vecinos del referido sector.

El llamado en esta oportunidad es a las autoridades de Tumbes, para que intervengan y de una vez por todas le den solución a este problema de salubridad qué aqueja a un aproximado de 30 familias que habitan en los alrededores de la calle y Las Margaritas, en el asentamiento humano Alan García, dónde por más que han intentado tener comunicación con los representantes del Organismo Técnico para la Administración de Servicios de Saneamiento (OTASS), hasta ahora no tienen una respuesta positiva respecto a este álgido tema. 

«Todo el día, durante toda la semana y todo este último  mes, hemos venido sufriendo por este colapso del buzón qué recorre  la calle y se va hasta el lado de las arroceras, donde los niños para salir tienen que cruzar por unos pequeños puentes improvisados con qué hay a lo largo de la calle», menciona una madre de familia, quién se mostró angustiada por la situación del desborde de aguas residuales en la calle las Margaritas, del asentamiento humano Alan García en el barrio San José de Tumbes.

En consecuencia, los vecinos de la comunidad antes mencionada dijeron que uno de los agravantes de esta situación es que este derrame de agua pestilente queda justo a espaldas del colegio El Triunfo, institución insignia de la localidad, por lo que se preguntan, ¿si realmente permitirán que los niños y adolescentes que acudirán a esta escuela en el retorno a clases presenciales, lo hagan con la presencia de esta pestilencia en sus alrededores?

Por otro lado, aseguran los vecinos del asentamiento humano Alan García, que al llegar las horas de la tarde los zancudos invaden sus viviendas provenientes de esta charcas de agua pestilente la cual se ha convertido en un criadero de una gran variedad de insectos transmisores de enfermedades metaxénicas, por lo que temen que de un momento a otro pueda originarse un brote masivo del dengue o cualquier otra enfermedad que pueda atentar contra la vida de niños y adultos mayores.

En tal sentido, mencionaron qué estás enormes piscinas de aguas residuales que se forman en el sitio, generan un ambiente propicio para el aumento inmediato de mosquitos y por ende, incrementa el riesgo de padecer enfermedades arbovirales como el Dengue, Zika y Chikungunya.

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