Hace seis años publiqué en otro diario regional una columna apropósito de los hechos vinculados con la famosa «Ley Pulpín» (Ley 30288) que declaraba promover el acceso de los jóvenes al mercado laboral y a la protección social, aprobada por el Congreso de aquél entonces (bit.ly/LeyPulpin).

Felizmente, luego de movilizaciones juveniles, fue derogada.

¿Cuánto sabíamos de «los pulpines» en Tumbes? Si bien el régimen laboral especial que creó la cuestionada ley se dirigía a jóvenes entre 18 y 24 años, para el Estado peruano (bit.ly/Ley27802) jóvenes son consideradas las personas entre los 15 y los 29 años que iniciaron «la madurez física, psicológica y social», con un modo de pensar y actuar, y «una propia expresión de vida, valores y creencias». Recordaba también que cualquier decisión referida a los jóvenes, debía considerar esto último y el margen de edad. No obstante, lo más importante era la necesidad que las autoridades y empresarios lo sepan.

Actualmente nuestra población en Tumbes es de 251 mil. Considerando que alrededor de un 20% son jóvenes, las cifras, repasadas nuevamente hoy, resultan importantes si puesto que la Población Económicamente Activa (PEA) regional se estima en poco más de 140 mil (en 2015 eran 124 mil). Un tercio de la PEA son jóvenes. Según cifras del Ministerio de Trabajo, la población en edad de trabajar en nuestra región asciende casi a 190 mil. La PEA efectivamente ocupada asciende a 134 mil, pero de esa cifra casi el 60% está adecuadamente empleada. La mayoría de la PEA (70%) lo conformaban los trabajadores independientes y los asalariados privados. Ahí se cae uno de los mitos que decía que la mayoría eran trabajadores estatales o dedicados a actividades como la pesca o agricultura. 

El empleo en nuestra región, en un escenario previo al COVID19, crecía a una tasa promedio de 1.3%. Lamentablemente, todavía mantendríamos una de las tasas de empleo juvenil más bajas, ocupando los últimos lugares, superando apenas a Tacna y Moquegua.

Nos mantenemos aún, y todavía más, lejos del 33% del año 2010, en que estábamos dentro de los 10 primeros lugares, como una de las regiones con la PEA juvenil más alta. Hoy, en plena crisis sanitaria, y una economía seriamente afectada, volvemos a preguntarnos ¿Qué están haciendo el Gobierno Regional, los municipios, y los empresarios, agremiados o no, y sobretodo nuestros congresistas para que la tasa de empleo juvenil no caiga? Ah sí, seguramente, como entonces, le echarán la culpa a «la crisis económica y a la pandemia».

Exit mobile version