Llegó el día esperado. Por un lado las propuestas que vienen de la izquierda, históricamente importantes desde el punto de vista de la reivindicación de derechos y conquistas sociales. Del otro lado, el mercado y el modelo capitalista vigente, que se ha mantenido, acaso, como el principal evangelio. Pero es bastante cierto que la salud, la educación y la infraestructura que se necesita para reducir las brechas entre ricos y pobres, no se podrían lograr sin el mercado y sin el capital.

Dicho lo anterior, debo lamentar que en esta oportunidad el candidato Pedro Castillo haya desperdiciado la oportunidad de plantear propuestas concretas, apuntando a dirigirlas a los diferentes sectores del electorado. Todo lo contrario, y quizá hasta en exceso, hizo la candidata Keiko Fujimori, quien ofreció bonos, préstamos con periodos de gracia, lotes de terrenos, computadoras, etc. Empiezo, entonces, señalando que a mi modesto entender, si se trata de valorar el propósito mismo del debate, que es el intercambio de ideas y propuestas, y la confrontación de las mismas, este debate -estructurado en seis bloques- lo ganó la candidata Fujimori, pero por muy poquito. Empecemos repasando los dos primeros bloques.

El primero, referido al Perú del Bicentenario, lo inició Castillo haciendo referencia a su origen, definiéndose como un hombre de fe y esperanza que trabajó toda su vida; aludiendo la experiencia laboral desconocida de su contrincante que se limita a la de ex congresista. Fue categórico al señalar que es mentira que va a cerrar bodegas, o cogerse la propiedad. «Tu propiedad, mi propiedad, la propiedad será cautelada», afirmó. En su turno, Fujimori, inició rechazando los hechos de violencia, refiriéndose también a los «mensajes de odio, de lucha de clases» que generan confrontaciones entre los simpatizantes. «Sueño con un Perú donde preservemos la paz y  no se promueva la violencia», precisó, señalando que su propuesta plantea un cambio con esperanza y un cambio hacia adelante.

El segundo bloque, dedicado a la Salud y al manejo de la Pandemia, iniciado por Fujimori, dejó un poco más. Se comprometió a pagar la deuda de más de S/ 500 Mlls que mantiene el Estado con los trabajadores de ese sector. En relación a la pandemia fue bastante concreta. Planteó descartar las pruebas rápidas (serológicas) y más bien aplicar 70 mil pruebas moleculares por día. Anunció también la construcción de 100 plantas de oxígeno y entregar más de 1000 concentradores de oxígeno. Saludó al gobierno de Sagasti por la compra de los 60 Mlls de vacunas y destacó como principal activo de su equipo tener de su lado a Carlos Neuhaus, responsable del proceso constructivo de los Panamericanos (que no fue perfecto), y quien se haría cargo de la vacunación.

Por su lado, Castillo, a diferencia de lo ocurrido en Chota, esta vez dijo mucho más. Responsabilizó al fujimorismo por haber sido gobierno 10 años y mayoría parlamentaria otros años más y no haber hecho las reformas en salud necesarias. Prometió vacunar a todos los peruanos mayores de 18 años, y para el proceso de vacunación dijo que utilizarán la ciencia y la tecnología. Conformarán 5 mil brigadas de salud y ofreció también los «Kits por la vida». Pero lo más importante, sin duda, fue ofrecer que, de ser gobierno, los médicos buscarían a los enfermos, porque el Estado tiene que acercarse a la población.

En el intercambio Fujimori ‘inquirió’ a Castillo, por haberse referido al fujimorismo, que parece que no sabe cómo funciona el Estado y que el Congreso no construye hospitales. «Si habla de gestión, debería preguntarle al lider de su partido cuántos hospitales se culminaron en la región Junín», le dijo, refiriéndose a Cerrón. Pero aprovechó la oportunidad para lanzar otra propuesta: la construcción de 3 grandes centros oncológicos para la lucha contra el cáncer en el norte, en el centro y en el sur del Perú. Por su parte, Castillo afirmó que en su gobierno se implementarían 1000 camas UCI. Y la siguiente de sus propuestas fue universalizar el sistema de salud a nivel nacional. Un médico en cada zona, en cada barrio que visitaría a la población. Entre el diálogo y las preguntas ciudadanas hubieron más propuestas. Fujimori ofreció el «Bono Oxígeno», que supone la entrega de S/ 10 mil a cada familia que perdió un familiar, por culpa de la incapacidad del Estado de brindar una oportuna atención. Por su parte, Castillo ofreció la elaboración de un mapa de riesgos y sinceramiento del país, «un seguimiento pueblo por pueblo» y una cruzada para c

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