La situación que afrontan los distritos aledaños al río transfronterizo Puyango-Tumbes se mantiene crítica desde hace décadas a causa de la contaminación de relaves mineros que se vierten aguas arriba, en el distrito de Zaruma-Portovelo, en Ecuador, donde nace el Puyango.
La Federación Regional Agraria de Tumbes exige a la Cancillería y al Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego tomar cartas en el asunto, ya que cada año 15,000 hectáreas de cultivos bajo riego resultan afectadas, perjudicando a 9,000 agricultores. Incluso, en 30 años se han registrado casi 6,000 ciudadanos fallecidos por consumir agua con plomo, arsénico y cadmio. La fauna acuática también muere. En julio del 2020, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA admitió esta demanda de la Federación tumbesina contra el Estado ecuatoriano, sin embargo, no hubo mayor respuesta de los Estados involucrados. Aquí la crónica de un atentado a la naturaleza, a las personas y a la fauna y flora.
AGUA GRIS. La contaminación del río transfronterizo Puyango-Tumbes, que atraviesa el frágil ecosistema del bosque seco tropical, continúa representando un severo peligro ambiental para ciudadanos peruanos y ecuatorianos, y todo parece indicar que aún no habrá una solución en un largo tiempo.
El río Tumbes es el más importante en la costa norte del Perú y activamente vierte sus aguas en el océano Pacífico. Sus aguas abastecen los campos del cultivo de distritos como Tumbes, Pampas de Hospital, Corrales, Zarumilla, entre otros. Actualmente, el río enfrenta graves problemas de contaminación.
Agua arriba, donde nace el Puyango, en la zona montañosa de la provincia ecuatoriana de El Oro, hay minería legal e ilegal y gran parte de los desechos de la tierra procesada para sacar el oro y otros metales se arrojan a los afluentes sin ningún tratamiento.
La contaminación va directamente hacia el río Calera, que aguas abajo se une con el río Amarillo, donde también se descargan relaves de otras zonas, aunque en menor medida. Estos dos afluentes luego se unen con el río Pindo, para formar el ecuatoriano Puyango, que toma el nombre de río Tumbes tras cruzar la frontera con Perú.
Según los estudios efectuados, en estas aguas se constató valores críticos de cianuro, plomo, arsénico, cadmio, entre otros metales que superan los valores máximos permitidos para ser considerada agua de consumo humano.
Lamentablemente, la ciudadanía no cuenta con una planta de tratamiento de agua para consumo humano, por lo que los moradores deben consumir y utilizar para riego el recurso directamente de los ríos contaminados Puyango, en Ecuador, y Tumbes, en Perú.
AFECTACIÓN AL MEDIO AMBIENTE. En el 2015, el doctor en ciencias ambientales, Luis Enrique Gavilanes García, realizó un análisis de concentración de plomo en las aguas y en la sangre de los pobladores del caserío tumbesino Rica Playa.
En ese lugar, ante la ingesta directa de las aguas y de productos obtenidos de sus parcelas, los exámenes arrojaron resultados de concentración de plomo en la sangre con niveles por encima de los estándares permitidos, principalmente en niños y ancianos. En la actualidad, esto no habría cambiado.
“Tumbes cuenta con 250 mil habitantes. Desde hace 30 años atrás hemos estado consumiendo esta agua con plomo, arsénico y cadmio, por lo que han sido entre 5 mil a 6 mil muertes hasta el momento”, señaló Francisco Barreto Silva, presidente de la Federación Regional Agraria de Tumbes, quien agregó que la contaminación en el río transfronterizo afecta a casi 15 mil hectáreas de cultivos bajo riego, como el arroz, limón, plátano, entre otros, y a 9,000 agricultores.
Además, gran preocupación se generó entre la ciudadanía cuando, a causa de la contaminación, el 13 de diciembre del 2019 se encontraron peces muertos en las orillas del sector Cerro Verde – Parroquial – El Limo, ubicado entre el límite del río Tumbes y Puyango.
En febrero de 2018, la Dirección Ejecutiva de Salud Ambiental de Tumbes (DESA) determinó que en los reservorios de distribución de agua de los distritos de San Jacinto, San Juan de la Virgen, Aguas Verdes y Matapalo existen altos niveles de concentración de arsénico, plomo, hierro y manganeso. Asimismo, en los sectores de Rica Playa, La Capitana, Higuerón, Vaquería y Oidor ni siquiera cuentan con una planta de tratamiento del agua para consumo humano, por tal motivo, los moradores deben de consumir el agua directamente del río Tumbes.
Por su parte, el año pasado, la Defensoría del Pueblo recordó que, tras los monitoreos realizados en los meses de julio y septiembre del 2020 en los recursos hídricos superficiales de la Unidad Hidrográfica Cuenca Tumbes, la Administración Local de Agua Tumbes concluyó que en diversos puntos no se cumple con los Estándares de Calidad Ambiental (ECA) – Agua, al exceder los parámetros de arsénico, cobre, plomo, mercurio, zinc, entre otros.
“Es necesario adoptar medidas urgentes, a fin de prevenir una afectación a la salud de las personas, más aun considerando que hay caseríos cuya población consume agua directamente del río Tumbes. Por este motivo, además de dar una solución al problema de la contaminación ambiental que se viene generando en esta fuente hídrica, es necesario que el Gobierno Regional de Tumbes realice un tamizaje, evaluación y atención de las personas que podrían estar siendo afectadas por el consumo de estas aguas”, señaló en ese entonces Abel Chiroque Becerra, jefe de la oficina de la Defensoría del Pueblo en Tumbes.
EXIGENCIA A CANCILLERÍA Y MIDAGRI. Barreto Silva señaló que la Federación Regional Agraria de Tumbes ha solicitado a la Cancillería agilizar las reuniones binacionales y que envíe a la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) toda la documentación correspondiente al problema medioambiental en el río transfronterizo.
“Nos interesa trabajar con Relaciones Exteriores, que tiene que pasar toda la documentación a la PCM y posteriormente al presidente Pedro Castillo Terrones. Las instituciones ambientalistas en la provincia de El Oro hacen lo mismo en Ecuador. Deseamos que las mineras paguen las indemnizaciones a Ecuador y Perú por las pérdidas. Queremos que de una vez por todo Estados Unidos, por intermedio de la OEA, sancione al gobierno ecuatoriano y que de una vez se solucione el problema. No solamente está contaminando la cuenca binacional, sino también el Catamayo-Chira, en Piura”, aseveró.
Durante la campaña electoral, el profesor Pedro Castillo, cuando aún era candidato a la presidencia de la República, aseguró que iba a declarar en emergencia el Río Tumbes a causa de la contaminación, cosa que ahora, siendo ya mandatario, aún no lo hace. Sin embargo, para Francisco Barreto, presidente de la Federación Regional Agraria de Tumbes, lo que se debe declarar en emergencia es la cuenca binacional, ya que la causa de la contaminación se ubica en Ecuador.
“El presidente Castillo dijo en un discurso durante la campaña electoral, que apenas entraba se tendrá que declarar en emergencia el río Tumbes. De qué nos sirve declarar en emergencia la parte nacional, cuando la parte internacional es la que nos contamina. Debe nutrirse sobre cómo ha sido el proceso de la contaminación. Pedimos que el ministro de Agricultura de una vez por todas vea el tema de la descontaminación”, puntualizó Barreto.
Las autoridades locales, el Gobierno Regional de Tumbes, el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento, la Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento (Sunass), la Autoridad Nacional de Agua, el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) y el Ministerio Público también deberían pronunciarse y adoptar medidas en el marco de sus competencias a fin de dar solución al problema de la contaminación ambiental del río Tumbes, generado principalmente por el vertimiento de aguas residuales, la inadecuada disposición de residuos sólidos y por actividades mineras provenientes del Ecuador.