Llegaba como una saeta al área contraria, gambeteador, y a pesar de su talla, contaba con gran salto para cabecear, sinónimo de gol. Lo llamaban «chitinga» en las canchas por donde jugó.
Nació el 26 de octubre de 1960, estudió primario en el colegio 013, hoy Leonardo Rodriguez Arellano, y secundaria en el Colegio Inmaculada Concepción de Tumbes y el colegio San José de Chiclayo. Fue un destacado gimnasta junto a su compadre Mario Cortez, que representaron a Tumbes en varios torneos nacionales.
Debutó en el fútbol a los 13 años en el equipo Sport Las Águilas, luego jugó en el sport Casinelli, para pasar luego al Flamengo de Leonardo Ortiz de Chiclayo, Luego jugaría en Independiente de Bellavista, y en el Comercial Aguas Verdes, jugando la copa Perú, con Carlos «chimbote» Mendoza, «chacarran» Girón, Balladares, Mario Guevara, Berna Dioses y tantos otras figuras de la época, luego jugaría en la segunda división profesional en Ecuador en el equipo Banaoro, regresaría a Zarumilla para enrolarse al sport Unión, después al Victor Loli y terminaría su carrera en el sporting Pizarro.
Hoy Ricardo Otiniano nos comenta que extraña el fútbol de antaño, el fútbol macho de la copa Perú como dice ēl, en aquellos tiempos, más se jugaba por amor por la camiseta.